Viernes, 22 de mayo.
He recibido un regalo esta mañana. Un regalo en
forma de canción. Una canción que me resulta tan especial como emotiva, tan
esperable como única, igual de única que su creadora. Y mientras la escuchaba,
me he dicho que tenía que dejar reflejado por escrito lo bien que me ha hecho
sentir, por la canción en sí y su mensaje y por todos los momentos en los que
he ido pensando mientras sonaban los acordes de su guitarra y su voz. Momentos
que me están aportando magia, especialmente ahora que la sensibilidad está más
presente que nunca en mi vida.
La canción es Este
tren de nuestra querida manchega Rozalén, recién publicada y recién
regalada muy oportunamente por un amigo que conoce algo mis gustos musicales, con quien compartí y disfruté (junto a
otras amigas) de un súper concierto suyo. Siempre lo recordaremos como el concierto de la mojada, por el
chaparrón que nos cayó aquella noche en Sevilla justo antes de empezar el
mismo. Gracias Freddy.
Regalo también, sin ser ninguna fecha a celebrar
(por eso es más especial si cabe), en forma de cojines con sendas mariposas
impresas en ellos. Regalo en el que se refleja lo bien que me conoce mi gran
amiga de la infancia. Gracias, Sensi.
Vídeos con mensajes de agradecimiento de alumnos y
alumnas a nuestra labor, a nuestro “estar ahí” aunque sea detrás de una
pantalla durante este tiempo de confinamiento, clases online, teletrabajo y plataformas
digitales. Gracias, chicos. Gracias, chicas.
Atenciones por parte de amigos y familiares que
preguntan por el estado de salud de mi madre. Gracias, Esther. Gracias, Mar.
Gracias, Ana (a mis dos queridas Ana). Gracias, Mónica. Gracias, Carlos. Gracias,
Manuel. Gracias, Salud. Gracias, Cristina (ma petite). Gracias, queridas vecinas. Gracias, a otros muchos y muchas.
Regalo en forma de mensaje de voz en Facebook de una
de las niñas que conocí en Nepal en la casa de acogida. Con ella entendí el significado
real de un sincero abrazo de agradecimiento. Gracias, Rina.
Detallazo enviado a través de la balada romántica Soledad cantada maravillosamente bonito por
mi amigo desde que éramos niños y tenor desde hace unos años. Gracias,
Carlos.
Regalo en forma de relatos escritos desde un trastero, que me permiten compartir con él ideas,
sensaciones, momentos. Gracias, Diego.
Momentos regalados cuando la cercanía, la atención,
la preocupación y especialmente la amabilidad con y por sus pacientes se convierten en la
carta de presentación de la médico de familia de nuestro centro de salud. No
puedo no emocionarme al pensar en una
muy querida médico que nos dejó hace unos días y a quien vi reflejada en la
actitud de esta otra profesional de la salud que atendió a mi madre esta semana. En su buen hacer y cercanía, aquí estabas tú. Gracias por tanto y tan hermoso,
grabado en nuestro corazón para siempre, Verónica Vizuete.
Atendamos a las señales, como dice en su preciosa canción. Gracias por hacernos estremecer y sentir lo que sentimos con tu música. Es pura magia. Gracias, María Rozalén.
Qué hermoso puedo ver a través
de vuestros ojos la vida…
Douceur